En una región agrícola verdaderamente especial de México, en Cuauhtémoc, Chihuahua, donde conviven y trabajan hombro a hombro tres culturas que han dado identidad y fuerza al campo —la rarámuri, la menonita y la mestiza—, comenzó a forjarse una historia.

Desde aquellos primeros años, en un pequeño taller donde se fabricaban las ruedas metálicas de los buggys utilizadas por la comunidad menonita, ya existía una vocación clara: mejorar el rendimiento del acero que entra en contacto con la tierra.

Ese espíritu dio paso, en 1968, al nacimiento oficial de Industrias Agrícolas KEER, fundada por Don Manuel Chavira Aragón y sus hijos, personas con visión de futuro que, desde sus inicios, tuvieron claro su propósito: diseñar y fabricar componentes agrícolas de alto desgaste con ingeniería propia y desempeño superior. Ya desde entonces, cada pieza era pensada para resistir las condiciones más exigentes del campo, abriendo camino a una obsesión que nos define hasta hoy: hacer que el acero dure más, rinda más y trabaje mejor en contacto con la tierra.

Nos especializamos en la fabricación de discos para arado, rastra y otros componentes de alto desgaste para cultivadoras, subsoladoras, segadoras, molinos de martillo, entre otra, y gracias a nuestra tecnología de microaleación al boro y tratamiento térmico, los productos KEER ofrecen mayor resistencia al impacto, mejor rendimiento en abrasión y vida útil comprobada en campo.

Durante seis décadas, KEER ha evolucionado sin perder su enfoque, sin diversificarnos hacia otros rubros, manteniéndonos fieles a una sola misión: perfeccionar el acero que toca la tierra. Y eso nos ha permitido convertirnos en proveedores de confianza, no solo de empresas que comercializan productos agrícolas, si no también de los principales fabricantes de maquinaria agrícola del país.

Nuestros Centros de Distribución en las principales regiones agrícolas del país —Chihuahua, Sinaloa, Sonora, Zacatecas, Tamaulipas y Guanajuato— responde a un principio simple: estar cerca del agricultor para entender su entorno, sus suelos, su clima… y mejorar cada día el acero que lo acompaña.

Hoy, KEER es sinónimo de confianza, durabilidad y rendimiento. Nuestra ingeniería ha trascendido generaciones y tierras en casi todo México, y estamos expandiendo nuestra presencia internacional con aliados estratégicos que comparten nuestra visión y que confían en una marca con historia, respaldo técnico y productos que hablan con resultados.